PLEASE DO IT AT HOME

Como preparar okonomiyaki (ver)

Hot Pot house party

Harajuku - cosplay girl

Samurai Tarantino en un anuncio

Shinjuku

Bar con encanto

Mi última cena

Guillermo y dos expertos japoneses de flamenco

La Nana

En Tokyo, las puertas de los taxis se abren automáticamente!

Todo el mundo bebe

Aquí os dejo fotos de los dos últimos días en Japón... Han sido dos días muy completos!
Al día siguiente de salir por Roppongi y Shibuya, después de dormir hasta tarde en el albergue y correr el riesgo de ser el único día desaprovechado del viaje, me encuentro con Jimmie (de L.A.) y me comenta que le han invitado a una fiesta en casa de unos japos y me invita a acompañarle! Al final nos juntamos cuatro para ir a la casa. Como podéis ver en las dos primeras fotos, fue todo un éxito! Gente estupenda, muy amable y divertida. La mayoría trabajaban en publicidad, excepto un fotógrafo de moda y una estilista, cosa que hizo que ya tuviésemos algo en común. Una noche para enmarcar!

Al día siguiente, nos fuimos Jose (México) y yo a pasear por Harajuku y de paso ver a los cosplay cerca de Yoyogi koen. Por la noche, la última, decidí dar una vuelta por Shinjuku y los bares, que hay cerca de las vías del tren. Es una zona genial que me encanta, ya que tiene un espíritu puramente asiático. Después de unos cuantos yakitoris buenísimos y unos sakes, fui en busca de un bar, que mi amiga Solenne me había recomendado. Se llamaba "la Jetée" y todo francófono tendría que pasarse al menos una vez a tomar unas copas y hablar (en francés) con la dueña del bar. Me fue realmente difícil encontrar el bar y justo cuando estoy muy cerca, me entero que los domingos cierra... No obstante, al entrar en un bar a preguntar por "La jetée", me di cuenta que estaba en un bar de Flamenco! Así que decidí quedarme. Allí, conocí a Guillermo un español divertidísimo, que llevaba 5 años trabajando en China y que ahora se había trasladado a Japón. Me explica, que el bar "La Nana" (bar donde nos encontrábamos), era toda una institución del flamenco en el país y que todo artista flamenco que habia estado actuando en Japón, había dejado su firma en alguna de las cuatro paredes del bar. Al final acabé la noche hablando de flamenco con un japonés (que era todo un experto y yo todo un ignorante) y brindando con sake.
Estaba asistiendo en mi ultima noche, a una especie de simbiosis cultural entre España y Japón! Me pareció una despedida perfecta para mi viaje.

Bueno, y hasta aquí el viaje. Gracias a todos los que habéis participado con vuestros comentarios y habéis querido compartir el viaje conmigo. Espero que os haya gustado leer este blog tanto como a mi escribirlo.

Nos vemos en la próxima aventura!